La lucha es contra el capitalismo – Editorial del UyL

Sep 9, 2014 | Comité Central

El capitalismo español no está saliendo de la crisis.
Hoy la clase obrera de este país recibe, por un lado, los mensajes del gobierno diciéndole que sus “sacrificios” valen la pena y que, gracias a ello, la economía está remontando la situación y que pronto se creará mucho empleo. Es cuestión de aguantar y esperar, dicen. Por otro lado, la casta dirigente de los partidos engañaobreros lanza sus llamamientos a “la ciudadanía” (estos no distinguen clase obrera como categoría) para hacerles llegar un mensaje de que, con su mayoría electoral, el capitalismo cambiará y se conseguirá el bienestar de “otros tiempos anteriores”.
 
La alianza fáctica entre unos y otros trata de mantener al proletariado español alejado de las posiciones revolucionarias, alentando las esperanzas de que, efectivamente, todo irá a mejor en el capitalismo.
 
El bombardeo es intenso y continuado, y así tenemos a una buena parte de trabajadores y trabajadoras en el debate de si salimos de la crisis o no, de si un cambio de gobierno resolverá las cosas, de si son posibles otras formas de democracia “participativa”, ahora  el PP plantea como “regeneración democrática” la elección directa de alcaldías, etc., etc.
 
La finalidad de toda esta intensa campaña, de unos y otros, es clara: preservar el capitalismo como sistema.
 
Es la actuación lógica de las clases dominantes, y de sus alianzas compartidas con la pequeña burguesía y con la aristocracia obrera.
 
En el lado contrario el Partido Comunista se dirige con claridad a la clase obrera: la crisis no tiene salida. Y afirma: el capitalismo -español e internacional-, mientras pueda actuar impunemente, llevará a la clase obrera a mayores tasas de explotación y violencia para tratar de sobrevivir y buscar una salida a la medida de sus intereses; las condiciones de trabajo serán de mayor esclavitud, la guerra será permanente.
 
En esta situación, la principal responsabilidad del Partido de la clase obrera es la de transmitir con claridad la consigna que con mayor rigor se ajusta al momento, la que mejor sintetiza las tareas que corresponden aquí y ahora. Y esa no es otra que llamar a los trabajadores y trabajadoras de este país a la lucha directa contra el capitalismo, sin concesiones y sin tregua.
 
Organizar el contraataque, definir el programa, establecer las alianzas, para que la clase obrera no tome caminos que no llevan a ninguna parte, y no trate de recorrer supuestos atajos que son un callejón sin salida que agotan energías y generan frustración. Nunca la solución se dirimío en un escenario electoral, hoy tampoco, y menos en alianzas extrañas a la independencia e intereses de la clase obrera.
 
El programa es Poder Obrero y Revolución Socialista-comunista, las alianzas son de la clase obrera con otros sectores populares en el Frente Obrero y Popular por el Socialismo. La consigna es Organizar el contraataque frente al capitalismo. La organización necesaria es el partido independiente del proletariado, el Partido de la clase obrera, el Partido Comunista.
 
La vieja casta y la nueva casta son funcionales al sistema de dominación. La una y la otra comen en la misma mesa; la que pone el capital monopolista y sirven sus distintos lacayos. Ni una ni otra tienen nada que ver con las masas obreras que luchan decididamente por su liberación.
 
El futuro no puede ser otro que el proyecto de sociedad socialista-comunista, que históricamente liquidará a la sociedad capitalista y a sus clases dominantes parasitarias.
 
Trabajador, trabajadora, incorpórate a las filas del Partido Comunista, lucha por tu emancipación, lucha por la revolución. Ese es el camino que conduce a la VICTORIA.
 
CATALUNYA
 
Las convulsiones y tensiones que -al calor de la crisis capitalista-, se dan entre las clases dominantes que conforman el bloque histórico de poder en España, tienen su expresión en Catalunya en el proceso puesto en marcha por la burguesía nacionalista, que trata de encontrar una mejor posición para sus intereses aprovechando la actual fase de inestabilidad.
 
Esta burguesía nacionalista ha tenido la habilidad de hacer un uso de los sentimientos nacionales mayoritarios en el pueblo de Catalunya -también de buena parte de su clase obrera- de tal manera que ha colocado detrás de sus maniobras de recomposición de poder a una amplia y unificada mayoría social.
 
Así, cuestiones tan contrarias a los intereses de la clase obrera como la pertenencia a la UE o a la OTAN, pretenden ser colocadas como una expresión más de la voluntad de soberanía del pueblo de Catalunya. Una burguesía nacionalista que ha aplicado unas duras medidas antiobreras bajo el Gobierno de CiU -precedido antes por el desbroce realizado por el tripartido oportunista- consigue dejar en estado latente las contradicciones de clase, y hacer de la pertenencia catalana el elemento unificador interclasista hegemónico en estos momentos.
 
En esta situación tan solo una fuerza política ha concurrido a la batalla en defensa de los intereses de la clase obrera catalana de forma consecuente. El Partit Comunista del Poble de Catalunya (PCPC) no se ha dejado confundir por esta masiva campaña demagógica, y ha mantenido con firmeza sus posiciones proletarias frente a las estrategias de la burguesía.
 
Las más variadas y complejas situaciones, a lo largo de la historia, ponen a prueba el carácter de vanguardia de todo Partido Comunista, y es la práctica acertada en la acción política la que sanciona su papel rector de los destinos de la clase obrera. Hoy también ocurre lo mismo en Catalunya, y en el Estado Español.
 
En el camino de la revolución española las clases dominantes siempre tendrán como uno de sus recursos para generar confusión, y tratar de debilitar la lucha de clases, el uso de la cuestión nacional -del nacionalismo-, en momentos en que sientan debilitada la posición hegemónica de su bloque de poder, o ante el avance de la unidad revolucionaria de la clase obrera. El oportunismo es incapaz de combatir esas maniobras de la burguesía de forma consecuente, y se coloca a siempre a remolque de las mismas, buscando una posición de acomodo como ocurre hoy.
 
El PCPE responde dialécticamente a las actuales contradicciones de clase en el capitalismo español en crisis con una propuesta de superación del actual Estado plurinacional con su proyecto de República Socialista de carácter Confederal, que coloca el libre ejercicio del derecho de autodeterminación de los pueblos como parte integrante de su proyecto de Poder Obrero y Revolución Socialista.