[DECLARACIÓN POLÍTICA DEL SEGUNDO ENCUENTRO INTERNACIONALISTA]
El capitalismo padece una profunda crisis general, que por lógica dialéctica de su propio desarrollo, parece ser aún más grave que sus dos anteriores, la de finales del siglo XIX, que hizo estallar la I Guerra Mundial, y la de los años treinta del siglo XX, que provocó la II Guerra Mundial.
Los análisis científicos de Marx, Engels y Lenin sobre su inviabilidad para resolver los problemas de la humanidad son indiscutibles.
En concreto, se están cumpliendo ante nuestros ojos sus previsiones sobre la ley de acumulación y en el derrumbe del sistema capitalista. Esta ley, que tiene un carácter tendencial y no mecánico, sitúa la tasa de ganancia como el motor de la acumulación capitalista. La tasa de ganancia desciende inexorablemente al aumentar la composición orgánica del Capital, y son las contratendencias que la burguesía ha desarrollado para hacerla aumentar las que marcan la historia do desarrollo del capitalismo, especialmente en su etapa imperialista.
La burguesía consciente de la gravedad y el alcance de la crisis estructural y sistémica en todas sus órdenes, reacciona de la única manera posible: endurece la sobreexplotación de la clase trabajadora y dominación de los pueblos para dilatar la inevitabilidad de su superación y tratar de perpetuar sus privilegios.
El imperialismo opta por intentar minimizar los demoledores efectos de la agonía del capitalismo, profundizando en la guerra permanente, global e infinita que progresivamente viene implementando desde la desaparición de la URSS y la derrota temporal del Socialismo en Europa. La oligarquía anglo-yanqui-sionista pretende evitar el colapso y hundimiento del modo de producción capitalista promoviendo la guerra global permanente como alternativa para asegurar su supervivencia.
Necesita con celeridad incrementar la tasa de ganancia, por lo que ha optado sin contemplaciones por el abaratamiento de las materias primas, de los combustibles y de la energía, pero también de la fuerza de Trabajo. Para lograrlo emplea todos los medios a su alcance, destacando el uso de las guerras de rapiña.
Esto hasta el momento ha sido posible gracias a la deliberada y bien planificada destrucción del movimiento obrero y de sus organizaciones de vanguardia, mediante la aniquilación y/o cooptación de las organizaciones sindicales de clase y los partidos comunistas, muchos de ellos mutados en esperpénticas maquinarias revisionistas y electorales.
Mediante la batalla ideológica han logrado sustituir la contradicción Capital-Trabajo por inofensivas y fragmentadas demandas sectoriales, que alimentando el fetichismo de poder mejorar y democratizar el capitalismo, niegan la posibilidad de un cambio revolucionario.
Desarmada la clase obrera, desnuda de sus organizaciones defensivas y de lucha, también la pandemia de la Covid-19 está siendo empleada como un laboratorio global donde experimentar, sin oposición y control social, los recortes de derechos y libertades, entre cientos de millones de trabajadores y trabajadoras.
Sin embargo, el declive de la hegemonía del capitalismo occidental es una realidad que ya no se puede ocultar.
La crisis capitalista global va acompañada por un nuevo fenómeno: el emerger de una realidad multipolar que, emanada de la semiperiferia capitalista, disputa la secular dominación del bloque occidental.
El denominado frente multipolar es un complejo y contradictorio conjunto de Estados y fuerzas sociopolíticas, que sienta las bases de una coordinación táctica y estratégica que propicia un nuevo orden internacional diferente.
Es importante valorar en la justa medida y en su totalidad económica, ideológica y social, el hecho de que la mayoría de los Estados que van progresivamente configurando el Frente Multipolar sean herederos de las Revoluciones Socialistas y Antiimperialistas del siglo XX. Un hecho que demuestra que nos encontramos frente al mayor desafío al Imperialismo liderado por los EE.UU y nucleado en torno a la OTAN, desde la desaparición a finales del Siglo XX de la URSS, la derrota y entrega de una gran parte de las organizaciones del llamado Movimiento Comunista Internacional, a finales del siglo XX.
La victoria del categorizado como Frente Multipolar y la derrota del enemigo principal de los Pueblos -el Imperialismo anglo-yanqui-sionista, puede suponer la apertura de una nueva época en la Historia de la Humanidad. Las fuerzas revolucionarias que firmamos esta declaración consideramos que en esa nueva etapa histórica existirán mejores condiciones objetivas y subjetivas para el triunfo de la transición socialista al Modo de Producción Comunista.
Ante este fenómeno en curso, el imperialismo, mediante su brazo terrorista, intensifica la guerra a todos aquellos pueblos y países que se niegan a seguir estando sometidos a las reglas impuestas por el Imperialismo a partir de la desaparición de la URSS y el surgimiento del mundo unipolar dominado por los USA.
La actual guerra de la OTAN contra Rusia forma parte del mismo hilo conductor iniciado en la guerra contra Panamá en 1989 y Yugoslavia en la mitad de la década de los ’90 del pasado siglo, y continuada con las agresiones contra Iraq, Afganistán, Somalia, Haití, Yemen, Libia, Irán, Venezuela, Siria … que persigue por todos los medios mantener el [des]orden mundial logrado por el capitalismo tras la destrucción de la URSS en diciembre de 1991.
El capitalismo pretende destruir todos aquellos Estados soberanos como Cuba, Corea, Venezuela, Argelia, Nicaragua, Bolivia … que no se dejan gobernar por Washington, Bruselas y los tenebrosos centros de decisión de la oligarquía.
Estamos asistiendo a los primeros capítulos de una Tercera Guerra Mundial sin declarar, donde el epicentro de la disputa tiene lugar en los campos de batalla del este de Europa. La UE, los USA y la OTAN transformaron Ucrania en un protectorado nazifascista, en una punta de lanza para desmembrar Rusia y apoderarse de sus fabulosas riquezas energéticas y minerales, y de su cualificada fuerza de Trabajo.
Frente a este escenario de obscena concentración de Capital en cada vez menos manos, las fuerzas comunistas y revolucionarias no podemos practicar el autismo, ejercer la contemplación, interpretar erróneamente los sucesos en desarrollo mediante lecturas derivadas de inercias y comodidades que nos alejan de la realidad de la lucha de clases.
Los partidos y fuerzas abajo firmantes, en la actual fase de brutal ofensiva imperialista, consideramos que:
- La nueva realidad geopolítica del enfrentamiento entre el bloque imperialista occidental y el frente multipolar abre oportunidades que deben ser aprovechadas por las fuerzas revolucionarias para lograr la victoria de la Revolución Socialista en nuestras respectivas formaciones sociales.
- El capitalismo es irreformable. El electoralismo y la institucionalización de la intervención política y social que caracteriza el actuar de las fuerzas socialdemócratas y reformistas, es un fraude para seguir desviando la atención de los sectores más avanzados de nuestra clase sobre cuales son las tareas históricas.
- No existe más alternativa para evitar que nos conviertan en simples esclavos y colonias de la oligarquía que reconstruir el movimiento obrero, reorganizar los partidos comunistas y revolucionarios, para la toma del poder, y el inicio de la transición socialista al Modo de Producción Comunista.
- Contribuir a la construcción de espacios y coordinación de luchas a escala internacional es una necesidad perentoria. Es urgente avanzar en la articulación práctica del Frente Mundial Antiimperialista sobre la base de acuerdos políticos concretos.
- Debemos promover el estudio sistemático de la obra teórica marxista, por la formación política y teórica de las nuevas generaciones militantes que nos permita vencer en la batalla de ideas a la burguesía.
- Cobra vital importancia dar pasos tangibles para edificar una Nueva Internacional Proletaria.
¡Solo la clase obrera salva la clase obrera!
¡Comunismo o caos!
Compostela, Galiza, 11 de febrero de 2023
·Agora Galiza-Unidade Popular
·Coordenación de Núcleos Comunistas
·Crida Comunista
·Herritar Batasuna
·Nación Andaluza
·Partido Comunista de los Pueblos de España
·Partido Comunista pola República Galega
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