Desde el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) y los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC) rechazamos todo cierre de aulas en los diferentes niveles educativos, en un contexto en el que la Comunidad de Madrid ha aplicado una estrategia de fortalecimiento de las opciones privadas y concertadas, en detrimento de la enseñanza pública en nuestra región.
Los gobiernos central y autonómico han seguido los dictados marcados por la Unión Europea, según los cuáles el sistema educativo debe adaptarse a las necesidades del mercado, teniendo pues por objetivo principal la formación de una mano de obra barata y poco cualificada. ¿Para qué pues necesitan un sistema público de calidad? Los puestos técnicos que este sistema necesita serán cubiertos por aquellos que se pueden pagar una escolarización en centros privados y concertados. Estas medidas se han venido favoreciendo con la LOE, el Plan Bolonia, Universidad 2015, el 3+2 y la LOMCE.
No podemos permitir que ningún aula de la escuela pública sea cerrada mientras haya un solo euro que se destina a financiar los proyectos educativos concertados y privados. De hecho, solo cuando todos los centros educativos sean tomados por el pueblo trabajador de nuestra región y se conviertan en servicio público, solo entonces podremos barajar criterios de racionalización.
Las aulas de la enseñanza pública en nuestra región están saturadas (según un informe de CCOO Madrid), con un exceso de ratios por aula en un total de:
- 18% de los grupos en la Escuela Infantil.
- 16% en Primaria.
- 11% en Secundaria.
- 17% en Bachillerato.
Unas ratios que son ya de por sí insuficientes para una educación de calidad, con 8 en el primer ciclo de infantil, 14 en el segundo; 25 en primaria; 30 en Secundaria y 35 en Bachillerato. Tenemos además la excepcional situación de la FP pública, donde a miles de estudiantes de nuestra región se les negó el derecho a estudiar, a la vez que proliferan nuevos centros formativos privados.
Frente a su propuesta de reducción de grupos y cierre de aulas, llamamos a toda la comunidad educativa, estudiantes, familias y trabajadores de la enseñanza y los sindicatos a luchar por el mantenimiento de todos los grupos en primera instancia, para después lanzarnos a la ofensiva por un nuevo plan de dotaciones educativas que permita la construcción de nuevas instalaciones donde sean necesarias y la adaptación a las nuevas necesidades donde se requiera.
Planteemos con urgencia la necesidad de abolir los conciertos educativos y la enseñanza privada, que no tienen otro objeto que la elitización de la educación y la formación de los futuros dirigentes llamados a continuar con este sistema bárbaro de explotación que hoy nos ha tocado vivir. ¡Rechacemos la libertad de elección basada en los recursos económicos de cada familia!
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