Recordando a las trabajadoras del Rana Plaza: EL CAPITALISMO MATA.

Abr 23, 2015 | Comité Central

El 24 de abril de 2013 se produjo el derrumbe del Rana Plaza; dicho edificio albergaba, entre otras actividades, cuatro fábricas de ropa que trabajaban para la firmas The Children’s Place, el Grupo Benetton, DressBarn, Mango, Monsoon y Primark, así como para empresas de distribución como El Corte Inglés.

No fue un terremoto, ni cualquier otro tipo de desastre natural, eventualidades imprevistas, se debió al mal estado en que se encontraba el edificio y, sin embargo, se obligó a las personas a acudir al puesto de trabajo, incluso con golpizas.

El derrumbe provocó más de 1.130 víctimas mortales, de las cuales más de la mitad eran mujeres, perecieron aplastadas por ocho pisos de hormigón, más de 2.500 personas fueron rescatadas del edificio con vida, aunque sufrieron heridas terribles con resultado de amputación de miembros.

Este denominado “desastre”, en realidad un asesinato, conmocionó a la opinión pública durante el breve tiempo que estuvo en los medios informativos, sin embargo no se cuestionó ni se hace hoy la situación laboral y las condiciones de la clase obrera en esos países: Bangladesh, Camboya, Pakistán… etc. a pesar de las voces que, de vez en cuando, se levantan tímidamente en defensa de las personas que las sufren, pero guardando silencio sobre la causa de tan s terribles condiciones de vida.

Es el círculo perfecto del capitalismo: quien consume quiere mercancías a precios asequibles, las empresas quieren aumentar sus beneficios, los gobiernos se benefician de que las multinacionales “inviertan” en sus países (en este caso el edificio era propiedad de un miembro del partido dirigente), y por eso, se mira hacia otro lado, pero ¿y las trabajadoras…? Ellas sufren las esclavizantes condiciones laborales con  jornadas interminables, precarias instalaciones y sueldos míseros porque tienen que sobrevivir y sacar a sus familias adelante; además, en el momento en que empiezan a unirse para exigir mejoras laborales y comienzan las protestas, los monopolios siempre encuentran un país en el que haya más miseria para trasladar allí sus fábricas y redoblar beneficios… A eso lo llaman globalización pero, a las cosas por su nombre, realmente eso es el capitalismo en su fase imperialista.

En el PCPE no olvidamos a las víctimas del Rana Plaza y a tantas víctimas que podrían evitarse si no fuera por el capitalismo criminal y su lógica de acumulación y apropiación. Las cuentas de resultados engordan con la sangre de trabajadoras y trabajadores, y no es una metáfora, es la realidad cotidiana.

Para la clase obrera organizarse en defensa de sus derechos, independientemente del país donde estos se vean pisoteados, exigir medidas de seguridad laboral, salarios dignos y jornadas adecuadas es una cuestión  de sobrevivencia. La lucha es el único modo de enfrentar las medidas de hambre y la esclavitud que imponen las clases dominantes, hasta lograr la derrota de la oligarquía.

VIVA EL INTERNACIONALISMO
PROLETARIO.
ACABEMOS CON
EL CAPITALISMO