Desde el estallido de la crisis capitalista de sobreproducción en 2008, el Estado burgués no ha hecho más que dar muestras de agotamiento. A la crisis económica se le ha sumado una crisis de legitimidad, con lo que la burguesía ha intentado dejar atrás el viejo modelo bipartidista y permitir la entrada de nuevas siglas, especialmente Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox. El gobierno de coalición PSOE-UP ejemplifica a la perfección la sumisión del parlamentarismo a las instituciones burguesas, garantizando así el proceso de acumulación del capitalismo español a través de la paz social y la desmovilización de la clase trabajadora.
En este contexto, cabe destacar que la forma de Estado monárquica, en esencia antidemocrática, garantiza la pervivencia de los elementos más atrasados y reaccionarios del Estado español, pero, al mismo tiempo, supone la pieza más débil del tablero para el bloque oligárquico-burgués. La abdicación de Juan Carlos de Borbón en 2014 supuso un fallido intento por renovar la imagen de la institución. En realidad, la monarquía borbónica sigue caracterizándose por la represión, la corrupción, la criminalidad y la decadencia.
Basta con leer la prensa burguesa para darse cuenta de que la ley no es igual para todos. A pesar de que la Fiscalía Anticorrupción y el Tribunal Supremo asumen que los hechos que se le imputa a Juan Carlos de Borbón son ciertos (comisiones por el AVE a La Meca, donaciones sin declarar del millonario Allen Sanginés-Krause y ocultación de dinero en un trust de las Islas del Canal), el Estado español lo ha declarado no culpable. Estos hechos son una demostración más de que la misión del Estado burgués es administrar los bienes de la burguesía oprimiendo a su clase obrera. Por este motivo, consideramos que la única consulta popular que acabará con la monarquía es la lucha organizada de la clase obrera de los pueblos de España en defensa exclusiva de sus intereses y necesidades. No hay atajos al necesario protagonismo de las masas que desde los sindicatos, las asociaciones de vecinos, feministas, juveniles, ecologistas, de solidaridad internacionalista y lucha por la Paz y contra la OTAN, asuman que la lucha por la República también es su tarea. Por eso es que entendemos que el supuesto referéndum convocado para este mes de mayo por el reformismo es una estrategia oportunista qu viene a legitimar la monarquía y la dictadura del capital.
El único camino posible hacia otra forma de Estado favorable al pueblo trabajador será a través de la ruptura con el actual bloque de dominación, desde un proceso de movilización protagonizado por la clase obrera y el pueblo trabajador. Dentro del capitalismo, la clase obrera no tiene futuro. Solo la República Socialista de carácter Confederal puede garantizar el poder del pueblo trabajador en una unión voluntaria de pueblos libres.
¡Por la Ruptura. Por el poder obrero y popular!
¡Viva la República Socialista de carácter Confederal!
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