Respondamos a la crisis del capitalismo español levantando un amplio movimiento de masas por el poder obrero y la revolución socialista

Nov 11, 2014 | Comité Central

HAY QUE GOLPEAR AL UNÍSONO, Y SIN TREGUA, A LAS FUERZAS CAPITALISTAS, HASTA SU DERROTA

Inestabilidad del gobierno. Crisis en la cúspide.

El gobierno Rajoy se encuentra totalmente desbordado por la multitud de frentes que, día sí y día también, le abre la crisis del capitalismo español. Un gobierno absolutamente colocado a la defensiva, y contra las cuerdas, que ya no puede seguir aparentando mantenerse impasible ante la sucesión de tensiones, conflictos y corrupciones que le estallan por todas partes. La percepción social de esta situación se refleja en la última encuesta sobre intención de voto, donde el PP, como partido del Gobierno, pierde un alto porcentaje de votos con respecto a las últimas Elecciones.

La pasada crisis del ébola, como consecuencia de la acción irresponsable del gobierno Rajoy, puso de manifiesto, una vez más, tanto la incompetencia de su gobierno, como la esencia clasista del mismo -culpabilizando a la trabajadora contagiada-, y las consecuencias trágicas que tiene para la clase obrera la privatización del sistema sanitario público, donde, precisamente, la Comunidad de Madrid se ha situado en posición de avanzadilla.

El fracasado intento de modificación de la Ley del Aborto es una muestra más del carácter esencialmente reaccionario de este gobierno, así como su alianza continuada con la Iglesia Católica. La dimisión del ministro Ruiz Gallardón, deja al descubierto las tensiones internas de los distintos grupos dentro del Gobierno, que también se pusieron de manifiesto en relación a la ministra Mato con ocasión del caso de Teresa Romero. Un Gobierno que hace aguas por todas partes, y cuya capacidad política viene mediatizada por estas disensiones internas.

La alternativa de gobierno habitual de la oligarquía, el PSOE, trata de recomponer su imagen pública, muy dañada tras su último periodo de gobierno. Como ya hiciera con el nombramiento de Rodríguez Zapatero como Secretario General, maniobra para presentarse ante la clase obrera con un rostro renovado, marcando distancias con “la derecha”, como es habitual siempre que es oposición y se acercan procesos electorales, con un cosmético viraje a la izquierda, de escasa eficacia hasta el momento; influyendo en ello también la irrupción de Podemos en competencia por el mismo espacio político. Sin embargo, parece resistir el desgaste de su acción de gobierno en Andalucía, esencialmente contraria a los intereses de las clases populares, donde su amplia implantación, y el miedo al PP, siguen asegurándole altas cotas de “voto útil”

El bloque de las clases dominantes también se resquebraja, la crisis capitalista aumenta las dificultades de los grupos monopolistas españoles, que pierden aceleradamente posiciones en el tablero internacional. Cada uno de ellos – El Corte Inglés, FCC, Sacyr etc- trata de salvar sus intereses propios sin conseguir mantener una estrategia general de las clases dominantes. Hoy no existe el consenso interno necesario para mantener la unidad del bloque oligárquico-burgués; unidad que desde el fallecimiento de Franco había permitido mantener un cómodo dominio sobre la clase obrera. Unas veces con un  gobierno conservador, otras con gobierno de la socialdemocracia, y en todas las ocasiones necesarias con el apoyo de las distintas burguesías periféricas o, donde cuadraron los números, con apoyo del reformismo político.

Así en Catalunya las fuerzas burguesas, con el apoyo del reformismo político, se embarcan en un proceso de recolocación que tensiona internamente la totalidad del bloque oligárquico-burgués. Una parte importante de la burguesía catalana se radicaliza tratando de buscar -ilusoriamente-, en la independencia de Catalunya, una mejor defensa de sus intereses clasistas. Arrastrando a la clase obrera catalana a una posición subsidiaria, con la engañifa de un supuesto proceso de autodeterminación, que no tiene otro objetivo que consolidar la hegemonía de las clases parasitarias de siempre en el difícil contexto de la crisis actual, así como el mantenimiento de la explotación de esa clase en mejores condiciones.

El gobierno Rajoy no tiene siquiera capacidad económica para mantener sus compromisos militares dentro de la OTAN, lo cual debilita, aún más, la posición de España en la pirámide imperialista (actualmente bajando al puesto 14 o 15). El gobierno trata de hacer valer la posición geopolítica del territorio, y ofrece Andalucía (Rota, Morón) y Canarias (Fuerteventura, aeropuerto de Gando, USAID en el puerto de Las Palmas) como base de las fuerzas militares y de ingerencia imperialistas en sus criminales acciones de guerra en África y Oriente Medio, con las consecuencias que ello tiene para la soberanía del país. La actitud servil del Estado Español hacia el imperialismo norteamericano vuelve a primera línea de la actualidad política, precisamente por el uso de las bases de EEUU en España, como lugar de estancia temporal para las tropas que retornan tras ser destacadas en países con alta incidencia del ébola.

En el terreno policial se incrementa la violencia intrínseca de los distintos cuerpos de policía, la represión cada día más violenta de las manifestaciones, los asesinatos protagonizados por los agentes de distintos cuerpos de policía en estos últimos años, el aumento de las sanciones económicas a las organizaciones obreras y populares, el encarcelamiento de sindicalistas por el ejercicio del derecho a huelga, el entrenamiento del ejército en técnicas antidisturbios, la ampliación de las acciones de violencia extrema y muerte contra la clase obrera africana en las fronteras de Ceuta y Melilla, la persecución racista de inmigrantes residentes en España, los CIES, son ejemplo de ello. La burguesía tiene como objetivo disuadir a los/as activistas sociales mediante su aparato judicial, con duras sanciones económicas cuando no el ingreso en prisión; y cuando esto no basta para frenar al movimiento obrero y popular disponer y conformar unos cuerpos policiales que sometan a un estado de terror a la clase obrera y a los sectores populares. La llamada “Ley de seguridad ciudadana” (Ley Mordaza) ampara y acrecienta estos elementos represivos, así como la impunidad policial, y desprotege más los derechos individuales y colectivos.

La desesperación ante la ineficacia de las distintas medidas para tratar de recomponer la tasa de ganancia, lleva al gobierno Rajoy a un aventurerismo que no tiene límites. Así se adentra en la autorización del fracking, y se van impulsando prospecciones petrolíferas en el mar territorial (Tarragona, Valencia, Baleares, Canarias, Mar Cantábrico, …) que suponen un altísimo riesgo para la seguridad ambiental. El proyecto Castor es un claro ejemplo de este tipo de decisiones irresponsables que, ante la evidencia de la sismicidad que provocaba, tuvo que ser paralizado costando a las arcas públicas no menos de 1.350 millones de €. En este sentido las previsiones del cambio climático, con la subida del nivel del mar y alteración del ciclo de lluvias , colocan a España en una situación de alto riesgo.

Recientemente la artimaña de sustitución, por la vía de urgencia, del Jefe del Estado, ante la acumulación de escándalos y el descrédito de la monarquía, es una muestra más de la desesperación y de la política de huida hacia delante de Rajoy y sus ministros. La monarquía es una institución que ha perdido en buena medida la capacidad para jugar el papel que en la llamada Transición resolvió importantes objetivos políticos a la burguesía española. Esta monarquía, carcomida por la corrupción, que también se extiende a las principales instituciones del país (gobiernos locales, partidos burgueses y reformistas, banqueros, grandes monopolios, etc.), con menos protección mediática que antaño, tiene hoy una menor eficacia para las necesidades del bloque dominante de poder.

La planificada publicidad de los escandalosos casos de corrupción, parece formar parte de una estrategia de búsqueda de salidas por parte de las clases dominantes, creando el ambiente de alarma social necesario para legitimar soluciones de recambio que pueden bascular desde el temporal avance de las opciones reformistas, tipo Podemos, hasta opciones de gobiernos de gestión de carácter más autoritario.
 
Condiciones de vida de la mayoría social

Mientras tanto las condiciones de vida de la mayoría social se deterioran, con el aumento del empobrecimiento, la marginalidad social, el paro, etc. En el segundo trimestre del año el número de horas de trabajo contratadas bajó en 68,6 millones de horas con respecto al mismo período del año 2013, lo que equivale a una pérdida de 131.900 puestos de trabajo, aunque la cifra de población empleada ha aumentado por el alto porcentaje de contratación a tiempo parcial. Millones de familias obreras se enfrentan a un nuevo invierno sin posibilidades económicas para encender la calefacción, incluso en las zonas más frías del país. El aumento de la pobreza familiar afecta dramáticamente a 2,3 millones de niños y niñas, condicionando su desarrollo físico, social, educativo y cultural. Se reducen los presupuestos para el subsidio de paro, al finalizar el derecho a la prestación, sólo el 40% del colectivo en paro cobra hoy la misma. La brutal subida de las tasas universitarias, y el recorte en las becas, ha expulsado este curso a 45.000 estudiantes de las aulas. La privatización creciente de la sanidad limita el acceso a la misma de las familias en situación más difícil. 873.000 personas han perdido el derecho a la asistencia sanitaria en España en los últimos dos años como consecuencia de la aplicación del decreto 16/20121. Una parte de la población migrante se ha quedado sin derecho a asistencia en la sanidad pública, con el pretexto de que no tienen su documentación en regla.
 
Todos los indicadores que evalúan las condiciones de vida de la clase obrera y los sectores populares en España, evolucionan negativamente. Al tiempo que se dispara la desigualdad social y los grandes multimillonarios aprovechan la crisis para aumentar más sus fortunas (16.000 multimillonarios más en estos años de crisis, personas que disponen de más de un millón de dólares en activos susceptibles de inversión), creciendo su riqueza un 9,2% en el último año, mientras 11.746.000 personas están en situación de exclusión y sin ninguna perspectiva de salir de esta situación en los próximos años (uno de cada cuatro habitantes).

5.427.700 obreros y obreras en paro (reconocidos en la EPA T3/2014) no encuentran empleo por mucho que recorran todo tipo de empresas; la cifra real es aún mayor, pues los datos de la EPA ocultan una parte significativa del paro y el subempleo existentes. La juventud con formación universitaria, cuando trabaja, lo hace ocupando puestos de una cualificación inferior a la de los estudios realizados y cobrando salarios absolutamente insuficientes . Miles de jóvenes emigran para tratar de obtener un trabajo y un futuro; viaje que en la mayoría de los casos termina en una nueva frustración. El paro estructural no tiene remedio en el capitalismo, hay millones de trabajadoras y trabajadores que se encaminan a la edad de jubilación con la certeza de que ya nunca volverán a encontrar un empleo en lo que les queda de vida útil laboral (la tasa de desempleo entre los mayores de 55 años ha subido del 8% en 2008 al 20% en la actualidad). Sus pensiones, si llegan a cobrarlas, serán totalmente insuficientes para cubrir ni tan siquiera sus necesidades básicas. El precio de la fuerza de trabajo se ha reducido, llegando en muchos casos a salarios de sobreexplotación, especialmente en la población joven. El índice de suicidios, de personas desesperadas por no encontrar lo mínimo necesario para su sustento, crece cada día. La juventud obrera, con un índice medio de paro del 52% según las cifras oficiales, se constituye en una generación perdida y sin futuro, que cuando consigue un trabajo es víctima de una brutal explotación a cambio de salarios de hambre. La mujer trabajadora es víctima principal del subempleo y la precariedad, sobrecargada doblemente como cuidadora por los recortes en los servicios sociales en general y, especialmente, para personas dependientes. Los grandes monopolios tienen barra libre para el saqueo de las economías familiares; el aumento-estafa de las tarifas eléctricas con la tolerancia del gobierno, el robo de los precios del combustible que no varían sensiblemente a pesar de una bajada del 25% en el precio del petróleo en el último período, la falta de garantías en los productos alimenticios manipulados por los grandes monopolios con el objetivo de mantener la ganancia, etc.

Todo este deterioro de las condiciones de vida y de la situación en general es consecuencia directa del senil sistema capitalista, que no tiene ninguna salida para este panorama social y laboral, y condena a la clase obrera y a los sectores populares a unas condiciones de vida cada día más miserables.

De forma resumida podemos decir, que España vive una profunda crisis, en todos los niveles, que se carga sobre las espaldas de la clase obrera, y que no tiene salida dentro del actual sistema capitalista.

La respuesta revolucionaria

El Partido Comunista, ante el diagnóstico de esta situación, tiene la responsabilidad de orientar la lucha de la clase obrera, para crear las condiciones necesarias para el cambio del sistema político.

A este respecto la posición tiene que ser firmemente clara: trabajador, trabajadora, no hay salida para tu situación dentro del capitalismo, lucha por el poder obrero y por el socialismo-comunismo.

En momentos históricos, cuando la agudización de las contradicciones dentro del sistema capitalista no deja ninguna salida a la clase obrera, la respuesta no puede ser otra que la llamada a esa clase obrera a organizar su lucha de una forma sostenida y unida por la derrota de la burguesía, por el poder obrero y por la construcción del socialismo-comunismo.

Esta estrategia tiene su política de alianzas en el Frente Obrero y Popular por el Socialismo (FOPS). Alianza de la clase obrera con otros sectores populares, para articular un potente movimiento de masas que cambie la actual correlación de fuerzas, y que cree las condiciones para el asalto al poder.

Por ello el FOPS solo es posible con la clase obrera masiva combatiendo a la ofensiva, con su propio programa político; y donde la intervención del Partido Comunista juega el papel de fuerza rectora y orientadora de esa acción luchadora de las masas obreras. Hoy la militancia comunista tiene que realizar su tarea con la ambición de dirigir a amplias masas obreras combatientes y a la ofensiva.

Los Comités para la Unidad Obrera (CUO), constituyen el primer escalón organizativo de los trabajadores y trabajadoras en su centro de trabajo. Sumados a los Comités Populares (CP), que organizan en los barrios obreros al pueblo combatiente por una diversidad de reivindicaciones (equipamientos sociales, subsidios de paro, comedores populares, contra el robo de viviendas, etc.)

Entre los sectores populares destaca la necesidad de organizar especialmente a trabajadoras y trabajadores autónomos, que sufren un particular castigo por la voracidad de los monopolios y la liberalización extrema del sistema. Otros movimientos amplios de masas han de completar esta estructuración del movimiento popular, como la lucha antiimperialista, la mujer trabajadora, la defensa del medio ambiente, etc. 

Hoy la estrategia central de la lucha revolucionaria es la de articular y movilizar a una amplia base social clasista, con un programa básico, y con una posición a la ofensiva que tiene por objetivo la conquista de posiciones de poder y el arrinconamiento de las fuerzas procapitalistas. Cambiar la actual correlación de fuerzas, manteniendo una lucha unida a la ofensiva, de tal forma que cada lucha termine dejando a la clase obrera en un escalón superior de su capacidad de lucha y del desarrollo de su conciencia.

El PCPE tiene que orientar su trabajo por una línea de masas ambiciosa, que coloque a toda la militancia a la cabeza de cada vez más amplios movimientos de masas. Los principales cuadros del Partido, y de la Juventud, tienen que trabajar duramente para convertirse en dirigentes con reconocimiento amplio por parte de la clase obrera más combativa, jugando un papel de liderazgo que ayude al más rápido cambio de la subjetividad de la clase y del grado de desarrollo de su conciencia.

Una posición combatiente, donde los destacamentos de la clase obrera más conscientes vayan conquistando posiciones y fortaleciendo su nueva capacidad de lucha en un escalón superior, es la línea táctica del movimiento obrero en nuestro país hoy. Hay que trabajar para derrotar el temor y el miedo a luchar que tiene buena parte de la clase obrera, hay que trabajar también para hacer desaparecer el miedo a vencer y a conquistar el poder. Hay que arrebatar a la clase obrera de las influencias sumisas de las organizaciones reformistas.

La clase obrera tiene que ser la gran protagonista del proceso del cambio revolucionario, bajo la dirección del Partido Comunista. Sin el protagonismo masivo de la clase obrera no habrá cambio revolucionario, como tampoco sin el Partido Comunista y su teoría científica no habrá revolución y conquista del poder.

Una ofensiva de lucha sostenida en estas claves conseguirá dar un salto cualitativo a la conciencia revolucionaria del proletariado, cambiará la correlación de fuerzas, y, finalmente, los mecanismos de legitimación de las clases dominantes perderán influencia sobre las masas obreras y harán crisis, y nos situaremos ante el escenario de la crisis revolucionaria, donde la clase obrera se ha de lanzar a la conquista de su objetivo final, la conquista del poder.

La lucha contra el capitalismo se llevará por delante a la monarquía borbónica, instaurando la república socialista de carácter confederal como nueva forma del Estado proletario, que creará las bases para la resolución de la cuestión del carácter plurinacional del Estado, reconociendo el libre ejercicio del derecho de autodeterminación.

Luchamos contra los gobiernos de la oligarquía y sus políticas, luchamos por la salida de la UE y la OTAN, luchamos por la igualdad completa de la mujer trabajadora, luchamos contra la explotación miserable de la clase obrera, el paro y los bajos salarios, luchamos hasta la VICTORIA.

En un momento en el que desde distintos sectores reformistas se hace bandera de la unidad, el PCPE hace un llamamiento expreso a los sectores más conscientes de la clase obrera y los sectores populares a la unidad, sí, pero no como plataforma electoral para una impotente gestión “social” del capitalismo, sino para forjarla en la lucha y el trabajo de masas, con la coincidencia directa en los conflictos obreros y populares, luchando por un programa político revolucionario superador del sistema capitalista.

El PCPE llama a los trabajadores y trabajadoras a incorporarse al Partido de la clase obrera, a fortalecer a la organización de vanguardia para llevar la lucha de clases a la victoria final de la clase obrera. Por el Poder Obrero y por el Socialismo-comunismo.

El programa del FOPS.

ANEXO:
PROGRAMA DEL FRENTE OBRERO Y POPULAR POR EL SOCIALIMO

 1  Programa táctico del Frente Obrero y Popular por el Socialismo.

 1.1  Salario Mínimo Interprofesional 1.200 euros.
 1.2  Anulación contrarreformas laborales.
 1.3  Edad de jubilación a los 60 años.
 1.4  35 horas semanales sin reducción de salario
 1.5  Regulación de la quinta semana de vacaciones.
 1.6  Prestación de paro indefinida.
 1.7  Garantía de servicios básicos, luz y agua, en situaciones de paro.
 1.8  Ni una hipoteca ejecutada por la banca, moratoria en situaciones de paro y devolución de las viviendas subastadas.
 1.9  Refuerzo de la negociación colectiva. Hacia la unidad sindical de clase. CUO.
 1.10  Estado laico. Separación total de Iglesia y Estado. Anulación del Concordato. Pago de impuestos, incluidos los municipales, por la Iglesia.  Eliminación de las subvenciones a la educación religiosa. 
 1.11  Reforma fiscal. Gravámenes sobre grandes fortunas, sicav, capital especulativo…más impuestos a los ricos. 
 1.12  Igualdad salarial para la mujer. Promoción en la formación y en el empleo. Supresión de toda discriminación laboral.
 1.13  Libertad sexual y aborto libre, público y gratuito.  Eliminación de la objeción de conciencia en centros sanitarios públicos.
 1.14  Servicios públicos gratuitos que presten asistencia amplia en salud sexual y reproductiva.

 2  Programa estratégico del Frente Obrero y Popular
 2.1  Proclamación de la III República Socialista de carácter confederal. Ejercicio del derecho de autodeterminación.
 2.2  Planificación central de la economía
 2.3  Nacionalización de la banca.
 2.4  Paralización de las privatizaciones y rescate de las empresas privatizadas (Endesa, Iberia, Telefónica, Sanidad, Educación, ….)
 2.5  Nacionalización de los sectores estratégicos de la economía: producción industrial, telecomunicaciones, reforma agraria, sector financiero, energético, etc.
 2.6  Participación obrera en la gestión de las empresas, y control obrero cuando se intenten despidos colectivos.
 2.7  Salida de la OTAN y política de desarme internacional y coexistencia pacífica. Fuera las bases militares USA de nuestro territorio
 2.8  Reducción del gasto militar, limitado solo a necesidades de defensa del país. Ejército de milicias populares.
 2.9  Educación gratuita hasta el nivel universitario. Plan Nacional de educación.
 2.10  Plan estratégico de igualdad de géneros y de erradicación de la violencia patriarcal, con el objetivo de la destrucción de las bases materiales e ideológicas del patriarcado.
 2.11  Incorporación masiva de la población joven al mundo del trabajo.
 2.12  Plan integral de gestión ambiental del país. Modelo de desarrollo de gestión de los recursos al servicio del pueblo y en armonía con la Naturaleza.