
Cuando se cumplen dos años de la potente acción de la Resistencia Palestina en la ‘Tormenta de Al-Aqsa’ es momento de realizar un análisis de lo que ha sido la lucha estos dos últimos años en València, un análisis que nos permita comprender qué se ha hecho bien y qué cosas debemos mejorar como PCPE en las comarcas centrales del País Valenciano.
En primer lugar, siendo honestos, el compromiso con la heroica lucha del pueblo palestino de la militancia comunista del PCPE de Valencia ha demostrado ser de hierro. Hemos asistido y participado a las 35 convocatorias de lucha en las calles de Valencia, dando igual que haya 200 personas o que hubiera 80.000, independientemente de que hubiera vacaciones o no, tanto si llueve como si hace sol. Este compromiso de nuestra militancia es seña de identidad que nos diferencia de múltiples organizaciones y personas que, con un menor desarrollo de la conciencia de clase, van a alguna manifestación si no les quita tiempo para jugar al pádel o que creen que el sentido revolucionario es sacar botes de humo en alguna movilización grande y hacerse fotos para el Instagram. Expresión de la responsabilidad histórica con Palestina es que la primera organización que sacó las banderas Palestinas, tan sólo dos días después de la ‘Tormenta de Al-Aqsa’ del 7 de octubre de 2023, fue el PCPE Valencia el día de la Diada del País Valencià.
La lucha es constante en todas las movilizaciones, organizando diversas charlas, repartos de octavillas explicando nuestras posturas, pegatinas bien diseñadas que las masas nos quitan de las manos, pegando carteles en todos los barrios y pueblos o participando activamente en asambleas. Una lucha en la que nos ganamos el respeto porque participamos siempre, colaboramos con los compañeros y compañeras palestinas, sin imponer nada a otras organizaciones como Al-Yudur, Voces X Palestina o BDS País Valencià. El PCPE sitúa la lucha del pueblo palestino como el eje central de la lucha de clases global y la Resistencia Palestina como un ejemplo de unidad en el combate contra el sionismo. Todos gritamos y luchamos juntos contra el sionismo y sus aliados, luego que cada cual reparta sus octavillas o haga la política que considere.
El PCPE en València fue prácticamente la única organización política que participó activamente en la huelga general por Palestina del 27 de septiembre de 2024 que convocó CGT. No solo acudimos a la movilización a la matinal del Puerto de Valencia y a la de la tarde en el centro de la ciudad, los y las comunistas acudimos a las asambleas preparatorias, realizamos trabajo previo en centros de trabajo y barrios con cartelería o reparto de octavillas, así como a los piquetes.
Sin duda cabe lugar para la mejora, pero este es el único camino posible y racional. Aumentar la conciencia entre las masas es lo que nos dará toda la fuerza como clase, es lo que hará que los dictadores europeos tiemblen y que el sionismo se tambaleé. Ese es nuestro papel en Valencia en la lucha de clases, que cada vez seamos más y más concienciados. Que se entienda que el colonialismo y el imperialismo son genocidio y ocupación, que la Resistencia Palestina y la lucha armada del pueblo palestino no es terrorismo. Que no hay dos estados posibles, que solo es posible la Palestina histórica y por eso llevamos dos años dejando nuestras gargantas a gritos con ‘Del río al mar, Palestina vencerá’. Que se entienda que el sionismo es fascismo, una ideología de fanáticos criminales fundamentalistas y racistas que la Humanidad debe destruir para vivir en paz. Que Israel, como punta de lanza del imperialismo, no sería nada si no tuviera el apoyo de quienes nos gobiernan. Debemos conseguir que el pueblo valenciano se alce, todos a una voz y parar los barcos de la muerte, expulsar a patadas a todos los sionistas ya sean cantantes como Matisyahu, jugadores como los del Hapoel o periodistas y políticos.
El PCPE siempre con nuestras banderas y con las banderas de Palestina bien arriba, juntas porque queremos mostrar un apoyo concreto, sin medias tintas, a todas las facciones de la Resistencia Palestina, no sólo a nuestro partido hermano del FPLP. Y con ello expresar una posición política clara de un sólo Estado, el Estado Palestino con capital en Jerusalén.
Cabe mejorar cuestiones como la reciente Huelga del 15 de octubre. Sobretodo por unos paupérrimos datos de trabajadores y trabajadoras que secundaron la huelga. Una huelga no es poner un cartel en redes sociales y hacer una manifestación por la tarde, una huelga exige un trabajo previo de asambleas en sindicatos, en centros de trabajo, de concienciación e información repartiendo octavillas o pegando carteles en polígonos industriales o en los centros de estudios. Las huelgas son un arma que tenemos que afilar, si somos capaces de afilarla bien es un cuchillo entre las costillas de la burguesía y los gobiernos de la burguesía aliados de Israel. Si no somos capaces de afilarla bien no es un arma que teman, ese es el gran elemento a mejorar y aprender como clase obrera. Las huelgas no se hacen sin más, se organizan. A pesar de esto es de destacar la movilización popular vivida en Valencia el día 15 desde primeras horas de la mañana y que culminó ante el Roig Arena, símbolo del poder de esa burguesía valenciana que pretende mostrarse afable socialmente a pesar de ser un símbolo de explotadores y cómplices tanto de la barbarie sionista como de los asesinados durante la DANA
Debemos redoblar esfuerzos y persistir en toda la agitación y propaganda propia, que toda la ciudad y las Comarcas centrales del País Valenciano estén totalmente empapeladas, que ningún trabajador/a quede sin su octavilla del PCPE. Debemos continuar favoreciendo todos los espacios unitarios, potenciar el debate plural entorno a Palestina y así situar a la clase obrera un escalón más arriba en el camino hacia la liberación. Asimismo, es nuestro deber no cejar en el esfuerzo de unir las luchas, continuar tejiendo toda una red de solidaridad internacionalista. Que los compañeros de la lucha contra la OTAN y sus bases, la lucha en favor de los pueblos de Bolivia, Ecuador o Cuba acudan a las de Palestina y viceversa.



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