El pasado10 de marzo la empresa del sector lactario Lauki, con sede en Valladolid, anunció su cierre para el próximo 30 de junio, cuya consecuencia inmediata es dejar a 86 familias en paro, a pesar de sus largos 20 años de antigüedad.
A los pocos días, los trabajadores y trabajadoras de Dulciora, otra empresa vallisoletana, anuncia también su cierre definitivo que afectará a
El PCPE y los CJC nos solidarizamos con estas familias, y estaremos dando la batalla hasta al final codo con codo para evitar el cierre del centro de trabajo. Un cierre que ya se ha estado haciendo de manera paulatina descentralizando la producción, por ejemplo.
Ahora bien debemos señalar culpables de esta situación, y estos son los empresarios nacionales e internacionales; y en este punto los trabajadores y trabajadoras no debemos dejarnos engañar por cantos de sirena sobre la salvación de una España con una soberanía nacional fuerte. ¿O es que acaso antes de entrar en la UE los trabajadores no estaban explotados, mal pagados y en la mayoría de los casos sometidos a la represión más brutal?
Por eso queremos señalar como falsa solidaridad, la que ofrecen organizaciones vinculadas con el fascismo, como España 2000 o Democracia Nacional, que han estado presentes en las movilizaciones, y han realizado comunicados de apoyo a la lucha de los trabajadores de estos trabajadores. Sus intervenciones están vacías de un compromiso real con la lucha obrera, ya que lo único que apoyan y pretenden conseguir es un proyecto nacional frente a otros estados. Y bien es sabido por nosotros, obreros y obreras, que el nacionalismo nunca nos ha beneficiado, todo lo contrario nos ha traído más hambre, miseria y guerra.
Debe recordarse que el fascismo es la herramienta de mayor represión que usa el capital para mantener su poder, y que especialmente surge en épocas de crisis (cómo tras la crisis de 1929). Esos que ahora se ponen la pegatina de solidaridad con los obreros, son los mismos que usaron mano de obra esclava, que prohibieron todo tipo de derecho sindical y político, y que persiguieron de la manera más brutal a los trabajadores durante la huelga del 76, y del sector de la minería ente otros.
Prueba de ello han sido las diferentes agresiones, con conocimiento o sin conocimiento de las propias direcciones de estos partidos nazis, a principalmente la juventud organizada dentro del movimiento estudiantil y el movimiento barrial de Valladolid
Señalan a la Unión Europea como un club ante el que España cedió la soberanía nacional para entrar, y por ello piden ayudas para hacer a las empresas españolas más competitivas, en un país donde el término competitivo ha significado miles y miles de puestos de trabajos menos por ERE’s ERTE’s, deslocalizaciones y cierres. ¿Es esto estar a favor del pueblo trabajador? La UE es una alianza imperialista cuyo único fin es saquear y oprimir a los pueblos, por ello los trabajadores y trabajadoras de todos los países deben romper con esa estructura, no desde una visión nacionalista, si no obrera e internacionalista, buscando
acabar con la explotación y no buscando ayudas para los explotadores.
La opción que sí beneficia a los trabajadores es reivindicar la nacionalización y control obrero de los sectores estratégicos como son la alimentación, la energía, el transporte, la gran producción…
Por todo esto, EL PCPE y los CJC continuaremos a pie de calle con todas las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras y rechazando claramente a los enemigos: la patronal que les extrae la sangre como una sanguijuela, y el fascismo que intenta engañar al pueblo trabajador con discursos a favor de las sanguijuelas como cura de todos los males.
Animamos a todo a el pueblo trabajador a acudir a la próxima manifestación el sábado 16 de abril con salida a las 12h desde las puertas de la fábrica
¡Ante los ataques de la patronal, unidad y lucha obrera! ¡Ante el fascismo, ahora y siempre resistencia!
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