Declaración de la Iniciativa Comunista Europea sobre los problemas ambientales

Oct 30, 2016 | Internacional

 

Declaración del secretariado de la Iniciativa Comunista Europea sobre los actuales problemas del medio ambiente

El Capitalismo, por su inherente carácter explotador, depredador y contaminante, ensucia, envenena y destruye los recursos naturales del planeta. El Acuerdo de París, alcanzado en el marco de la Convención del Cambio Climático de las Naciones Unidas para la gestión de los grandes problemas medioambientales desde el punto de vista de los intereses del capital monopolista, ha sido aprobado recientemente por el Parlamento Europeo.

La sensibilidad de los pueblos en relación con los problemas del medio ambiente, y principalmente las variadas soluciones que se presentan como necesarias son utilizadas en el ámbito de las contradicciones inter-imperialistas con el único propósito de brindar mayores ímpetus a los beneficios de los grupos empresariales. La intención de la Unión Europea y de los gobiernos es apostar por una tecnología “verde” que será un arma en manos de los monopolios europeos en el contexto de la competencia internacional. Los problemas del medio ambiente también son utilizados como mecanismos para la manipulación de los pueblos y para la penetración del imperialismo en forma de Organizaciones no Gubernamentales en cualquier rincón del planeta.

Una salvaje competición está teniendo lugar en este terreno por el control y la definición de las metas y la supervisión de los mecanismos y la distribución de fondos económicos dedicados a enfrentar el cambio climático.

Buena parte de la investigación y de los lobbies favorables a los Organismos Genéticamente Modificados (GMO) son financiados por los propios monopolios, culpables en muchos casos de la publicación de informes “independientes” que ponen en peligro la salud. La posible adopción del TTIP o de algún acuerdo similar entre la Unión Europea y los Estados Unidos de América traerá serias consecuencias que acabarán con normativas básicas relativas al medio ambiente e incluso a los mínimos niveles de seguridad de que disfrutamos hasta ahora. También afectará de forma negativa a la salud pública y a las necesidades alimentarias de los pueblos.

Los relativamente estrictos modelos de seguridad para la comida, el medio ambiente, etc, vigentes en la Unión Europea en comparación con aquellos de Estados Unidos no se deben a una intención “favorable al pueblo” por parte de la Unión Europea; por el contrario, están relacionadas con el refuerzo de los grupos monopolistas europeos en contra de sus rivales, puesto que su propósito no es otro que proteger a estos monopolios europeos de las importaciones de la UE procedentes de monopolios similares de origen norteamericano o chino.

No hay duda de que los monopolios agrícolas tratan de aumentar sus beneficios sin considerar los efectos nocivos de sus actividades para los pueblos: contaminando el medio ambiente. Tenemos en este contexto el reciente escándalo de Volkswagen, signo de la gran competición entre los grupos de negocio, que en su búsqueda de los mayores beneficios posibles violan cualquier provisión relativa al medio ambiente.

Las políticas y posiciones reaccionarias y dañinas están siendo puestas en práctica por los partidos burgueses, incluidos “los verdes”, que invocan al “comportamiento responsable de los consumidores” (o de los negocios) mientras en lo ideológico refuerzan y promueven los fundamentos materiales del capitalismo, cuyos incentivos llevan a crecientes problemas del medio ambiente.

El capitalismo no es compatible con la protección del medio ambiente. No puede haber lucha por un mejor medio ambiente sin que de manera simultánea se de la batalla contra el capitalismo. La producción debe ser reorganizada en forma que no maximice los beneficios de los monopolios sino que permita un medio ambiente saludable y acorde a las necesidades del hombre y de los pueblos, y en el que las presentes y futuras generaciones puedan prosperar sin monopolios, beneficios y explotación. Solo hay un modo de producción que pueda permitir esto, y ese modelo es el socialismo.