8 de Marzo Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Llegamos a este 8 de marzo de 2023 cumpliendo un año del inicio de la guerra en Ucrania con el torbellino de consecuencias que ha tenido, de empeoramiento de las condiciones de vida de la clase obrera. En el caso de las mujeres trabajadoras el empeoramiento ha sido exponencial, crece el paro femenino y las que encuentran empleo son con peores condiciones laborales y salariales, aumenta la carga del trabajo reproductivo, dado que los núcleos familiares tiene que elegir en que gastar el dinero, y lo que primero se cae del presupuesto es lo que dedican a tareas domésticas, las mujeres se sobrecargan con todos los cuidados, las excursiones de supermercado en supermercado buscando ofertas son una muestra de ello y el estrés que supone ajustar el presupuesto.
Empezamos 2023 con un aumento del paro, de las más de 70.000 personas que engrosaron las listas del paro, 49.937 fueron mujeres, que siguen sufriendo un mayor desempleo (1,7 millones de paradas), que los hombres (1,2 millones). En afiliación, ellas son menos (9,44 millones) que ellos (10,64 millones).
Mientras las grandes fortunas aumentan su patrimonio, según un informe de Oxfam Intermón, 1 de cada 4 euros, en el estado Español está en manos de solo el 1% de la población, las grandes fortunas acumulan el 23,1% de la riqueza neta total, los salarios pierden peso y los ahorros de los más pobres disminuyen, al tiempo que las grandes empresas aumentan beneficios.
Y en medio de este contexto de agravamiento de las consecuencias de la crisis estructural del capitalismo, el feminismo se enfrasca en el enésimo debate impuesto por el feminismo burgués y no dando respuesta a las necesidades de las mujeres trabajadoras y de los sectores populares, no estamos movilizándonos y presionando al gobierno de PSOE-UP, sino divididas en torno a la reforma de la reforma.
Creemos que nuestra lucha debe ser colocar en el centro del debate y acciones los intereses y derechos de la mayoría social, hacer avanzar procesos unitarios por transformación, entroncar con la larga tradición feminista de lucha por la igualdad, la justicia social y la paz.
Es necesario articular el feminismo de clase, trabajar para crear un amplio movimiento de mujeres contra la guerra imperialista y sus graves consecuencias económicas, sociales, ambientales y de género, poner en el centro los Derechos para Todas: Paz, Pan y Trabajo, una consigna histórica de rabiosa actualidad.
¡VIVA LA LUCHA DE LAS TRABAJADORAS!
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